Irina Matveikova:

El intestino es tu segundo cerebro.



El 90 por ciento de la serotonina, la hormona del bienestar, la producimos en el intestino.

 
Tras el éxito alcanzado con Inteligencia digestiva, la doctora Irina Matveikova nos enseña ahora todas las claves detox de la medicina holística., a saber, cómo depurar nuestro cuerpo para lograr un mayor bienestar físico, mental y emocional. 
Sin olvidar el enfoque meramente digestivo, la autora nos habla, con una claridad digna de mención, de los restantes sistemas de nuestro «templo»: la piel, esos dos metros cuadrados de intimidad; las numerosas razones que existen para cuidar nuestros riñones; la depuración respiratoria; los secretos de la microcirculación del sistema linfático; la limpieza hepática…
 
 
Qué quiere decir que el intestino es un segundo cerebro?
Poseemos un verdadero cerebro dentro de nuestras entrañas, y su función neuronal es muy parecida a la actividad cerebral de la cabeza. El sistema digestivo posee una red extensa de neuronas, que se encuentra entre las dos capas musculares de sus paredes. La estructura de las neuronas digestivas es totalmente idéntica a la estructura de las neuronas cerebrales y tienen la capacidad de liberar los mismos neurotransmisores, hormonas y moléculas químicas. Me refiero al sistema nervioso entérico (SNE) o nuestro segundo cerebro. No es una metáfora; es un término oficial aceptado por la sociedad médica.
 
Cómo estimular el “cerebro intestinal” a nuestro favor?
El cerebro intestinal libera sus sustancias químicas como, por ejemplo, la serotonina (la famosa hormona de la felicidad y el bienestar) como respuesta a una alimentación y digestión sanas. Hay que saber que la serotonina no se produce sólo en el cerebro sino que, por el contrario, la mayor parte de ella (el 90%) se libera en el intestino. Si nosotros nos alimentamos bien, variado y con un aporte proporcional de todos los nutrientes; si tenemos unos hábitos sanos de comer (sin prisa, masticar bien y no distraernos) el sistema digestivo nos responde y nos lo agradece con una sensación de bienestar, dándonos un buen suministro de energía, vitalidad y optimismo.
Por otra parte, las neuronas digestivas también se estimulan con las técnicas de respiración abdominal, estiramientos, masajes suaves de la tripa, y con calor suave y relajante, aplicado a la zona del vientre.

 
¿En qué medida es importante una adecuada higiene abdominal, para que pueda hacer bien sus funciones?
Lo más importante es el equilibrio entre la entrada de los alimentos y todas las sustancias que tragamos y la descarga de todos los residuos y los productos secundarios de la propia función celular y bacteriana que tenemos que expulsar. Si estamos sobrealimentados o si consumimos demasiados alimentos dudosos respecto a su calidad nutritiva, de este modo fácilmente saturamos y trastornamos nuestra tubería interna. Si por alguna razón patológica o funcional la digestión y/o el tránsito intestinal es lento y no de forma completa, entonces formamos acúmulos de los residuos en nuestro interior y podemos llegar a una sobrecarga tóxica o la autointoxicación; esta última se manifiesta de múltiples formas, tiene diferentes caras y síntomas. Por supuesto, la limpieza es importante, practicar una depuración interior es una “garantía” para evitar elevar los riesgos del desarrollo de muchas enfermedades y una oportunidad para tu cuerpo para incrementar el rendimiento, la energía y tener un mayor aporte nutricional.
 
Cómo mantener una higiene intestinal de una forma natural, en nuestros hábitos de la vida cotidiana?
Con una correcta higiene digestiva: respetar las señales que nos manda el cuerpo, no suprimir las necesidades naturales de ir al baño ni tener prisa haciéndolo. Crear un ritual e intentar repetirlo todos los días, alrededor de las mismas horas, con calma y tiempo suficiente para poder vaciar bien el vientre y sentirse ligero y limpio por dentro. Insistir, repetir y seguir entrenando tu cuerpo para que responda a tu ritual y crear un firme reflejo condicionado. Además, recomiendo beber 2 litros de líquidos al día, ingerir por lo menos 400 g de verdura variada cada día, no olvidarnos de las legumbres (2-3 veces por semana, al menos 200 g en cada toma), consumir productos fermentados (yogurt, kefir, cuajada, chucrut), tres tomas de fruta al día, frutos secos variados, por lo menos 30 g al día. Y si no puedes cumplir con estas cantidades diarias recomendadas, quizás te conviene tomar unos suplementos naturales de fibra.
Conviene de vez en cuando (un día al mes o por semana) acelerar tu propio transito intestinal tomando mucho zumo de ciruelas, kiwis o kefir o/y suplementos de magnesio, y con eso te puedes asegurar una limpieza mas profunda.

 
Cómo comer?
Saboreando y apreciando el proceso; sin prisa, masticar, analizar los gustos y las texturas de los alimentos, no comer “mientras tanto” (mientras que hacemos esto o lo otro), no distraer nuestra atención con otras actividades simultáneas, como ver la tele o leer la prensa.
 
Cómo pensar? Cómo debería ser una actitud personal que beneficie el funcionamiento de los intestinos y el organismo en general?
Todos sabemos que el estrés, la ansiedad, la tensión emocional, afectan al sistema digestivo, mucha gente somatiza los problemas psicológicos y tiene molestias digestivas fuertes y variadas. Los pensamientos pueden provocar un atracón o un corte de la digestión y/o del apetito. Un sistema nervioso central que no se encuentra bajo la presión emocional ni el estrés crónico, y que recibe las adecuadas pausas y descansos, le propone una buena función al sistema digestivo. En mi libro Salud Pura describo varios rituales y técnicas que ayudan a sincronizar y equilibrar nuestros dos cerebros y beneficiarnos de sus funcionamientos y potenciales. 
 
Cómo moverse? Cómo debería ser una actividad física adecuada?
Con regularidad. Lo más que le gusta a nuestro cuerpo es la previsibilidad y la regularidad. Con una actividad física rítmica y repetitiva, el cuerpo te lo va a agradecer y te proporcionará un magnifico bienestar. No tienen tanto valor ni son saludables las actividades físicas esporádicas y bruscas como sí lo tienen un ejercicio regularizado e incorporado firmemente a tu rutina. Los movimientos y estiramientos, aunque sean muy sencillos y cortos en el tiempo (al principio, hasta que entras en la rutina y el gusto por ellos y les dediques más tiempo), si se realizan todos los días y a horas asignadas, te activarán todos los sistemas vitales y te asegurarán un bienestar a corto y largo plazo.
     
Cómo saber si nuestro sistema digestivo está en buena forma?
Hay que saber escucharlo: los síntomas como la acidez, el ardor, el reflujo, la pesadez, el hinchazón, el dolor, demasiados gases, la irregularidad del tránsito intestinal, nauseas, etc., son sus formas de expresarse, es el lenguaje digestivo, el aviso de que algo anda mal. Entonces hay que hacerle caso y observar con atención y paciencia tu sistema digestivo: por qué y cuándo te aparecen aquellas molestia (con qué tipo de comida o en qué situación) e intentar corregirlo. Lo que sucede frecuentemente es que la gente se acostumbra a vivir con hinchazón o diarreas (o todo lo contrario) o piensan que es algo normal o vergonzoso, o que su digestión es así de delicada, sin buscar las respuestas ni intentar corregir la calidad de su función digestiva.
 
Qué pueden significar los sonidos en el aparato digestivo?
Muchas cosas: normalmente son los gases y los líquidos que se mueven por el tubo digestivo gracias a los movimientos musculares viscerales. Podemos tener o acumular demasiados gases o/y restos residuales, o/y tener nuestra función muscular digestiva alterada. No es patológico, más bien funcional, pero si llegara a ser molesto y doloroso, en tal caso recomiendo observarte y anotarlo todo y después ir a ver a un especialista.
 
Cómo puede afectar un entorno excesivamente ácido en el sistema digestivo? 
El cuerpo sano suele equilibrar y controlar el pH (que es el parámetro de la acidez) de sus tejidos y de su medio ambiente. La acidificación excesiva, en el estomago por ejemplo, puede ser causada por bacterias/infecciones, por procesos inflamatorios o por abuso de las comidas “acidificantes” como los hidratos de carbono y los dulces, por ejemplo, o las bebidas gaseosas. La acidificación del contenido del intestino grueso puede ser causada por un desequilibrio de la microflora intestinal, un sobrecrecimiento de las bacterias y/o hongos agresivos y por una mala alimentación. De nuevo, la clave está en la alimentación y en la propia observación.
 
Cómo reequilibrarlo? 
Descartar una posible infección o un proceso inflamatorio, que requieran tratamientos con especialistas. Rituales de depuración, batidos verdes, consumo adecuado de las verduras y las frutas, agua, suplementos minerales alcalinizantes y probióticos.
 
 
 

La autora.

Irina Matveikova es licenciada en Medicina, con especialidad en Endocrinología y Nutrición Clínica por la Universidad Estatal de Medicina de Minsk (Bielorrusia). Ha cursado estudios de postgrado en medicinas naturales en Estados Unidos y la República Checa, de fitomedicina en Francia y Argentina, así como de métodos de desintoxicación corporal e hidroterapia de colon en Alemania. En la actualidad trabaja en la Clínica de Salud Digestiva (Madrid), y dirige el máster de postgrado en Medicina Biológica Naturista de la Fundación Iberoamericana (FUNIBER).
Es autora de varios artículos sobre salud digestiva y nutrición funcional y de cuentos infantiles sobre plantas medicinales, así como de un diccionario de plantas medicinales en cinco idiomas aún no publicado.
 
 

Los libros:

 
Salud Pura

Tras el éxito alcanzado con Inteligencia digestiva, la doctora Irina Matveikova nos enseña ahora todas las claves detox de la medicina holística. Depurar nuestro cuerpo para lograr cada vez más un mayor bienestar, algo que se logra con paciencia y disciplina. Y que, por supuesto, resulta muy placentero cuando se consigue. 


 
Inteligencia digestiva

«Según el entender más común, el intestino es una parte del cuerpo con forma parecida a una serpiente, que además es muy fea, maloliente y produce sonidos socialmente no aceptados. Sin embargo, poseemos un verdadero cerebro dentro de nuestras entrañas y su función neuronal resulta muy parecida a la actividad cerebral de la cabeza, de donde surge todo lo bello (…). Nuestro sistema nervioso entérico es nuestro segundo cerebro, y no se trata de una metáfora».





Inteligencia vital.
Jordi Pigem.
Kairós.
Vinculando las ciencias de la mente con la nueva biología, comprobamos que todo lo vivo está dotado de percepción y sensibilidad y que lo que guía a los organismos no es la supervivencia sino la autorrealización.

Las diosas de la mujer madura.
Jean Shinoda Bolen.
Kairós.
Una estimulante perspectiva que revolucionará la idea que cada mujer se hace del envejecimiento en base a los arquetipos qure la rigen, para que pueda nombrar y reconocer aquello que le inquieta.

Bacterias. La revolución digestiva.
Dra. Irina Matveikova.
La esfera de los libros.
Las bacterias influyen en tus emociones y tu salud mental y tus defensas del sistema inmune dependen de ellas. Si tu dieta es equilibrada y rica en probióticos y fibra, las bacterias te lo agradecerán aportándote más defensas y energía.















 
Marié Morales
@crecejoven

En estas páginas nos proponemos investigar las causas del envejecimiento, que es como decir de la vida y el crecimiento, y a partir de ahí, establecer unas pautas que nos permitan vivir una vida más larga, sana, y en definitiva, feliz.  más >>








Descárgatelo gratis


Descárgatelo gratis


Descárgatelo gratis


Descárgatelo gratis


Descárgatelo gratis


Descárgatelo gratis


Descárgatelo gratis


Descárgatelo gratis


Descárgatelo gratis


Descárgatelo gratis