Antonio Palomar:

 Comer es algo más que nutrirse.

Antonio_Palomar Nuestros hábitos y actitudes para con la comida tienen relación con múltiples aspectos de nuestra vida: con nuestra familia, con nuestras relaciones sociales, con el ocio, estudio y trabajo, con nuestra afectividad, con nuestra autoestima, con nuestros valores o creencias, etc. Por ello no resulta tan fácil cambiar nuestros hábitos alimentarios.


Desde una perspectiva socioecológica de la salud, podemos decir que la alimentación es un acto biopsicosocial.

Por este motivo, para conseguir mejoras realmente significativas en nuestra salud hemos de abordar muestra forma de vida como un todo, estableciendo cambios en múltiples factores.
 

En su libro, "La despensa de Hipócrates. Los poderes curativos de los alimentos" Antonio Palomar nos resume los siete grandes factores de la salud como sigue:

  1. Evitar el humo de tabaco: ni activo ni pasivo.
  1. Evitar el alcohol y demás drogas. Si se toman, lo justo.
  1. Hábitos alimentarios prudentes: dieta mediterránea actualizada, ovolactovegetariana variada o similares.
  1. Actividad y descanso. Ejercicio aeróbico casi a diario y descansar bien.
  1. Un peso prudente. Que no un inalcanzable peso ideal.
  1. Autoestima. Dignidad ante todo. El automejoramiento implica empeño.
  1. Estrés razonable. Limitar la cantidad de estímulos y que éstos sean de gran calidad.

 

Nada está científicamente zanjado en temas de nutrición (ni en casi nada).

La dietética es una disciplina muy joven en continuo movimiento, y lo que hoy parece cierto mañana pude dejar de serlo. Así que hay que tomarse las cosas con distancia y sentido común. Y sobre todo, con una observación muy personal hacia las propias respuestas de nuestro organismo, y tomar las decisiones en consecuencia.

Pero si queremos establecer una rutina de nutrición sana, ética y responsable, hoy por hoy podemos seguir una serie de directrices:

 

Al adquirir el alimento.

  • Evita la comida basura, rápida o precocinada. Suele contener más aditivos y estar sobreempaquedada.
  • Evita comprar productos foráneos como norma: frutas tropicales, chocolate suizo, cerveza mexicana, galletas danesas, miel de Chile, etc.
  • Evita los hipermercados y grandes centros comerciales y, sobre todo, evita adquirir alimentos de empresas con prácticas injustas. Recurre siempre que puedas al comercio justo y pequeñas tiendas de barrio.
  • Compra productos frescos, de temporada y de procedencia local, preferentemente.
  • Busca alimentos cultivados ecológicamente.
  • Vete a la compra con tu propia bolsa. Evita el despilfarro de bolsas y envases innecesarios.
  • Elige el vidrio sobre el aluminio, evita las latas.
  • No compres envases con plásticos PVC. Su incineración produce dioxinas y furanos.
  • Evita los envases de corcho blanco (poliestireno expandido).
  • No compres productos alimenticios envasados en aerosoles con CFCs, como nata montada, etc.
  • No recolectes, caces ni pesques especies vegetales o animales en vías de extinción.

 

En tu casa.


  • Evita el uso de cocina eléctrica, es preferible el gas.
  • Come alimentos sanos que no requieran cocinado: frutas, ensaladas, pan, queso, etc.
  • Tapa siempre las cazuelas con tapas ajustables y usa ollas rápidas.
  • Usa cazuelas y sartenes de materiales que sean buenos conductores del calor.
  • No uses electrodomésticos innecesarios que gastan mucha energía.
  • Ten en cuenta los criterios de ahorro energético al comprar nuevos frigoríficos, cocinas, etc.
  • Compra frigoríficos que no utilicen CFCs.

 

Productos de limpieza.

  • Separa la basura: vidrio, papel, envases, materia orgánica, etc.
  • No uses o abuses de productos agresivos para el medio ambiente: lejía (tiene cloro), limpiahornos, etc.
  • Friega lo antes posible los cacharros. Será más fácil su limpieza y se requerirá menos agua, energía, jabón, etc.
  • No tires el aceite calentado por los desagües.

 

En el vecindario, en tu ciudad.

  • Promueve la creación de un comedor comunitario sano y ecológico. Comer cada cual en su casa resulta un despilfarro de tiempo, esfuerzo, energía y dinero.
  • Promueve la creación de una cooperativa de productos ecológicos.
  • Anima al Ayuntamiento a que apoye este tipo de iniciativas.


 

Claves para una cocina sana.

En la práctica diaria de la cocina, es importante interiorizar una serie de hábitos:
 

  • Obtener alimentos de calidad y conservarlos adecuadamente.
  • Eliminar tóxicos: Nasturales (solanina, etc.) o químicos (pesticidas, etc.)
  • Usar grasas sanas: aceite de oliva o similares, preferentemente en crudo y de primera presión en frío.
  • Menos sal y más condimentos: ajo, cebolla, pimiento, tomate, hierbas aromáticas, etc.
  • Conservar el máximo de nutrientes del alimento. Aprovechar los líquidos de la cocción para sopas y otros usos.
  • Elegir el método de cocinado dependiendo del nutriente que más nos interesa. Por ejemplo, las hortalizas cocidas aportan más carótenos, las crudas más vitamina C y folatos.
  • Tomar las frutas preferiblemente enteras o en zumos recién exprimidos.
  • Formas de procesado más recomendables: cocciones rápidas (a presión), secas (horno, plancha) o al vapor (con poco agua).
  • Evitar la formación de sustancias mutágenas (ahumados, caramelizados, quemados...)
  • Pocas frituras y correctas: que el aceite no humee, reutilizarlo poco y bien filtrado.
  • Buena higiene y manipulación de alimentos.
  • Materiales higiénicos: acero inoxidable y vidrio. Evitar el aluminio y el hierro.





El libro:

La despensa de Hipócrates. 

Los poderes curativos de los alimentos
Autor:  Antonio Palomar 
Editorial:  Txalaparta  
 


 


Texto: Marié Morales.





Vegano.
Mathew Pryderi Pritchard.
Editorial Blume.
El autor, atleta de resistencia que ha superado récords mundiales, atribuye gran parte de su éxito a su cambio de dieta y al hecho de convertirse en cien por cien vegano.

Alimentación prebiótica.
Xavi Cañellas, Jesús Sanchís, Xavier Aguado, Lucía Redondo.
Editorial Plataforma.
Para mantener una microbiótica intestinal saludable hemos de evitar en lo posible los productos industriales y sustituirlos por alimentos de verdad: hortalizas, frutas, tubérculos, frutos secos…

Kéfir, kombucha y otras bebidas probióticas.
VV.AA.
Editorial Blume.
Los seres humanos han venido practicando la fermentación desde hace más tiempo que la escritura, la alfarería o la agricultura. 40 recetas para aprender a fermentar y preparar bebidas probióticas en tu cocina.















 
Marié Morales
@crecejoven

En estas páginas nos proponemos investigar las causas del envejecimiento, que es como decir de la vida y el crecimiento, y a partir de ahí, establecer unas pautas que nos permitan vivir una vida más larga, sana, y en definitiva, feliz.  más >>








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